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El ABC para coleccionar e invertir en arte

Actualizado: 19 sept 2023

Por Catalina Restrepo para Forbes México



"Hay mucha desinformación, opiniones confusas, ideas preconcebidas o románticas que alejan a quienes están interesados y estarían felices disfrutando de este campo que es tan enriquecedor como extenso."




El mercado del arte es como una radiografía. Si bien no es la foto más halagadora de uno, nos permite ver la estructura del cuerpo. En el arte, esta radiografía estaría conformada en todo caso por una serie de conceptos básicos para entenderlo.


Hacer un abecedario para coleccionistas me parece una buena excusa para tocar varios puntos fundamentales que hay que tener en cuenta al momento de invertir en arte. Lamentablemente, hay mucha desinformación, opiniones confusas, ideas preconcebidas o románticas que alejan a quienes están interesados y estarían felices disfrutando de este campo que es tan enriquecedor como extenso.


Con este texto quisiera entonces disipar algunas dudas, y al mismo tiempo compartir varios consejos:


A. Adquiere piezas que le sumen a la colección, no piezas aisladas.


B. Busca las piezas, no te quedes sólo con lo que te lleguen a ofrecer. De hacerlo, corres el riesgo de comprar lo que el galerista o dealer quiere vender y no lo que realmente deberías comprar.


C. Cataloga tu colección sin importar cuántas piezas la conformen. Piensa que puede convertirse en un libro con un tiraje pequeño que al mismo tiempo sirva como una herramienta para compartir con expertos. También puede ser un detalle para amigos cercanos, o incluso una estrategia de relaciones públicas para tu empresa con tus clientes.


D. Documenta las piezas. Además de los documentos y registros fotográficos que brinde la galería, el artista o el dealer, conserva de manera rigurosa los certificados y complementa el archivo de cada artista con apartados de prensa y catálogos. De igual manera es recomendable mantener el CV actualizado de los artistas; anotaciones de cuántas veces se han prestado las piezas; dónde se encuentran, etc, en una tabla de Excel o en una app para coleccionistas.


E. Elige o identifica un tema que unifique y dé coherencia a las piezas de la colección en su conjunto. De esta manera podrás buscar y adquirir mejor. Contar con ejes temáticos precisos, hace más fácil para los especialistas de museos rastrear la colección y pedir obras en préstamo para sus exposiciones. Así, cuando te las devuelvan, habrán incrementado su valor. Esto lo puedes hacer mejor con la ayuda de un curador.


F. Filantropía. Un concepto ligado a las artes y humanidades desde hace siglos y que además de ayudar a los demás, logra posicionar tu colección en espacios de legitimación.


G. Guía. Déjate guiar por expertos reconocidos y que tengan una trayectoria avalada, no sólo por el mercado, sino por entidades legitimadoras; es decir: académicos, críticos de arte, curadores e investigadores.


H. Haz eventos para mostrar y comunicar tu colección con diferentes agentes del medio, como curadores, galeristas, directores de museos, críticos de arte, periodistas culturales, coleccionistas, entre otros.


I. Investiga y mantente informado sobre los debates y discusiones que se generan en el medio del arte. Como cualquier tipo de inversión, la información es la clave.


J. Jamás compres una obra sólo porque otros coleccionistas más experimentados están adquiriendo obras de ese artista en particular. En otro tipo de inversiones ésta puede ser una estrategia segura, pero en el arte no, puesto que cada colección es diferente. De hacerlo, corres el riesgo de terminar con piezas aisladas que no abonen realmente a tu colección.


K. Karma. En el medio del arte todo el mundo se conoce. Saltarse protocolos puede significar un error garrafal. Ejemplo: Comprar arte para re-venderlo en un corto tiempo, puede cerrar las puertas de las galerías y tendrías que conformarte con lo que encuentres en segundo mercado. Eso a la larga puede resultar mucho más caro.


L. Lealtad. En el arte todo se resume al paso del tiempo y es fundamental ser leal para garantizar relaciones duraderas. Al mismo tiempo, es importante identificarla en los demás para saber con quién sí trabajar y con quién no.

M. Mueve la colección. Presta piezas a exposiciones; exhíbelas en diferentes lugares; rótalas, incluso entre tus mismos espacios como oficinas, casas, etc.


N. Nunca pidas descuento o pídelo sólo para corroborar qué tan serio es el artista y/o el galerista con sus precios. Los descuentos sólo se dan cuando la colección es reconocida o cuando un coleccionista ha adquirido varías piezas del mismo artista u otros artistas de la galería. Tampoco compres remates, pues en el arte no existen los “gangazos”. Si el precio no es lógico y estable, lo más probable es que se pierda esa inversión.


O. Organiza reuniones con amigos del medio para conversar -en un plan menos formal- sobre las exposiciones que hayan visitado, artistas que hayan conocido, e intercambien opiniones.


P. Preserva en óptimas condiciones las piezas. En términos prácticos, coleccionar arte es una labor loable, no porque sea un bien posicional y evidencie que cuentes con amplios recursos económicos; sino porque significa asumir un compromiso con la humanidad para custodiar esos objetos históricos llamados “obras de arte” por un largo período de tiempo, de generación en generación, para dejar así un legado. O por lo menos, durante el tiempo que vivan contigo.


Q. Quiere a cada pieza como a un hijo. En el momento que dejes de sentir así por alguna, es mejor venderla o donarla. De esta forma, puedes destinar esos recursos económicos y espaciales a otras que sí tengan el 100% de tus afectos.


R. Restaura o da mantenimiento a las piezas. Hay casos en los que sale muy costoso, por lo tanto es mejor devolverla al artista/galerista o donarla a una institución para que ellos se encarguen y la pieza pueda seguir existiendo. En el mejor de los casos puedes negociarla como parte de pago para otra del mismo artista o de otro que te interese.


S. Seguimiento. Darle seguimiento a los artistas que hacen parte de la colección y a los que estás considerando adquirir.


T. Trata de posicionar a los artistas de tu colección en exposiciones, otras colecciones, publicaciones, etc. Entre más crezcan ellos, más crece tu inversión.


U. Utiliza los recursos financieros que ofrecen algunas instituciones y/o bancos internacionales para adquirir piezas de mayor precio, poniendo como garantía otras que ya tengas. Obviamente sólo si te sientes seguro de dar ese paso y crees que es el momento adecuado para llevar tu colección a otro nivel.


V. Viaja de manera inteligente. Aunque tengas una colección de arte local, es importante conocer lo que sucede en el contexto internacional. Aprovecha todos los viajes que hagas para visitar exposiciones, instituciones, galerías, ir a eventos, etc. Para esto, es mejor planear y no llegar a los destinos sin realmente saber qué espacios visitar o qué hacer.


W. Wabi-sabi. Es un concepto japonés que es la clave para saber coleccionar. En términos generales, sugiere que en la imperfección se encuentra el equilibrio, la elegancia, la humildad y la belleza (¡Ojo! no es que el arte tenga que ser bello; ese es otro tema). El punto es entender que no existe una colección perfecta y qué hay piezas que dan mayor sentido a la línea curatorial, desde el contrapunto; es decir, desde un comentario contradictorio, inusual o diferente.


X. Poner X y “palomitas” a una lista de las características que representan cualidades y riesgos de las piezas que estás considerando adquirir. Es importante que visualices de manera práctica los indicadores que permiten estimar el crecimiento del artista: CV (que respalda el precio); portafolio (que permite anticipar las oportunidades que tendrá el artista de exponer); prácticas laborales (que dejan ver la vigencia del artista); conservación y preservación de las piezas (que puede llegar a ser muy costosa y alterar considerablemente tu presupuesto).


Y. Ya decídete! Si bien no se recomienda ser impulsivo con la adquisición de obras de arte, debes confiar en la investigación que has hecho y decidir rápido. Puede ocurrir que pierdas para siempre la oportunidad de adquirir una pieza en específico, y para un coleccionista ese es el mayor de los arrepentimientos.


Z. Zeitgeist, es un concepto alemán que traduce algo así como el espíritu o el sentir de la época. Es clave para entender el arte y su valor, pues éste no radica en el objeto; es decir la pieza como tal, sino en su potencial histórico.



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